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En esta versión la señora tuvo mucha suerte - se encontró con un hombre muy temperamental y persistente - ¡se la folló largo y tendido! Y con bastante seguridad - con un condón. Aparentemente al hombre le gustan las mujeres tan delgadas. Pero la señora no tuvo tiempo de mostrar sus habilidades como masajista - ¡ni en el cuerpo de un hombre, ni en su polla! ¿Quizás no es una masajista, sino una señora de guardia?
Si él saca su gran polla por cada falta y se la mete a la criada, me pregunto incluso cuánto le paga. O en días como este, llamémosle días de inspección, ¿la paga es aparte? Sin embargo, quién se resistiría a semejante belleza, que resultó ser una gran especialista no sólo en la limpieza, sino también en la ropa de cama. Con tales talentos ella encontraría un trabajo en otra área - ¡con los brazos fuera de sus manos!
Joven, las pollas no valen la pena. Me gustaría follarla mejor.